Dejar tu trabajo para lanzar un negocio es una idea emocionante, pero también un gran paso a dar con grandes desventajas potenciales. Solemos escuchar que el espíritu empresarial se trata de asumir riesgos, pero es una verdad a medias. De lo que realmente se trata es de la gestión de riesgos.
Abandonar tu empleo actual cuando tu proyecto es completamente nuevo suele ser una apuesta demasiado grande. Es mejor saber antes en qué te estas metiendo. No te lances sin una red de seguridad. Toma nota de estas sugerencias:
Si renuncias con solo unos pesos en el bolsillo, la presión de pagar el alquiler y los servicios será muy grande. No podrás centrar tus esfuerzos en tu nueva empresa. Los especialistas sugieren que ahorres por lo menos lo necesario para cubrir 9 meses de gastos básicos de manutención. No es una regla escrita en piedra, pero en definitiva sí tienes que tener un colchón económico de soporte.
Elige un problema para resolver
Ten un plan muy específico sobre cómo vas a ganar dinero, pero no hagas de esto tu principal motivador. Decide qué venderás y qué problema específico resolverá tu oferta. Si no hay una oferta real de valor o un diferenciador en tu negocio, será muy complicado despegar.
Empieza a construir una red desde ahora
Comenzar tu propio negocio es un desafío, aún más si nadie sabe quién eres y qué ofreces. Mientras trabajas para otro, comienza a desarrollar tu plan de negocios y tus servicios. Para tener alguna oportunidad de éxito primero debes investigar tu industria y tu mercado potencial, qué les gusta, qué no les gusta. Identifica un nicho que se ajuste sólidamente a una industria de alto crecimiento, desarrolla un producto o servicio que sea diferente de lo que cualquier otra persona esté haciendo. Haz una evaluación honesta de tu competencia también y qué tipo de recursos necesitarás para poner en marcha su negocio.
Usa los recursos a tu alcance
Nadie quiere gastar dinero si puede evitarlo. Echa un vistazo a los recursos que están disponibles para ti ahora. Por ejemplo, es posible que tengas un amigo que sea un desarrollador web; freelancer o emprendedor exitoso, pídeles que te compartan su experiencia o que te brinden sus servicios a una tarifa especial (si les tienes esa confianza).
Crea un horario estricto
Tienes que ser muy disciplinado y diligente a la hora de dedicar tu energía a la nueva empresa. Como trabajo secundario, estas nuevas funciones tienden a ignorarse o a trabajarse a conveniencia. Eso no puede ocurrir si quieres triunfar. Trata tu emprendimiento con la misma seriedad que tu empleo principal imponiéndote un calendario estricto, plazos y disciplina.
Crea un portafolio o currículum
Podrías pensar que ser dueño de tu propia empresa significa que nunca tendrás que volver a actualizar tu currículum. ¡Incorrecto! Eso y tu cartera de clientes son factores claves a la hora de construir tu nuevo negocio, pues tendrás que demostrar a tus inversores, equipo o potenciales clientes que tú vales su dinero.
Considera un plan de crecimiento conservador y gradual
¿Planeas obtener beneficios los primeros meses? Muchos empresarios hacen proyecciones de crecimiento que se basan más en la esperanza y el optimismo que en la realidad. Lo que sucede más a menudo es que los primeros meses e incluso años, tendrás que trabajar muy duro para ver resultados de forma lenta, lo cual puede ser muy frustrante. Para evitar el agotamiento prematuro es necesario generar expectativas bien fundadas. Es mejor tener presente que todo proyecto suele tomar el doble de tiempo y el doble de trabajo de lo que imaginaste.
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