La nueva normalidad es real y poco a poco la estamos aprendiendo a entender e imaginar. El mundo está viendo el 2021 como un nuevo inicio. Un renacimiento. Si recordamos, el renacimiento fue el movimiento cultural basado en la integración de los valores humanos, fue el período de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Hoy tenemos la oportunidad de hacer las cosas diferentes y generar cambios, mirar hacia el futuro y acordar qué debemos hacer.
En este primer artículo del año quiero resaltar la necesidad de que TODOS trabajemos en la recuperación de la confianza que es la base de la convivencia colectiva, tenemos la oportunidad de marcar el inicio de esta nueva década impulsando la participación ciudadana, exigiendo transparencia y rendición de cuentas, con espíritu propositivo. Asumamos la responsabilidad de marcar la ruta de nuestro destino, es el momento de la innovación, la transformación, la inclusión y la participación.
El 2020 nos dejó el aprendizaje que solo es posible avanzar juntos, la pandemia evidenció que las burbujas pueden ayudar a protegernos, pero me atrevo asegurar que nadie quiere vivir aislado continuamente, así que no queda otra, hay que ser partícipes de los procesos de cambio que permitan lograr la recuperación económica y social sin que nadie se quede atrás.
Acaba de concluir una década caracterizada por la hipercomunicación, la globalización y la innovación, sin embargo, el 2020, año de cierre de la década, se caracterizó por un año lleno de miedo, dolor e incertidumbre que, en los últimos días mostró una luz en el túnel con la esperanza del inicio de la vacunación contra el COVID-19, evidenciando a la vez uno de los logros más importantes de la ciencia al lograr desarrollar varias vacunas contra una pandemia que ha marcado la vida de todos.
En los pocos días que llevamos de este nuevo año son frecuentes las conversaciones sobre nuevas metas personales, de trabajo, de salud, económicas y espirituales. Vienen grandes oportunidades para satisfacer todos esos requerimientos y cambios de pensamiento que permitan impulsar el renacimiento hacia una nueva ruta de progreso y bienestar.
Iniciamos una nueva década con la esperanza de frenar la pandemia, el anhelo de impulsar la recuperación económica, pero a la vez lleno de alta incertidumbre. Existen 5 elementos clave para diseñar la hoja de ruta de esta etapa de renacimiento hacia un nuevo destino de progreso:
Fortalecer la capacidad de anticipación, garantizar la continuidad operativa y lograr la sostenibilidad de los negocios: los riesgos de sucesos externos y su impacto en la sostenibilidad de los negocios ha sido una de las lecciones del 2020, la pandemia más fuerte de la humanidad, fenómenos climáticos atípicos y de alto impacto, regulaciones y normativas inéditas, pasando por cocteles emocionales que nos han enseñado la relevancia de la salud física, mental y emocional.
Transformación, adaptación y renovación: es muy notorio los cambios acelerados que, en solo un año, han tenido las estrategias de negocio, resaltando la transformación digital y la integración de la sostenibilidad como parte del modelo de negocio de las empresas de diversos sectores y perfiles.
Escuchar más, para ser más empáticos: hoy muchos líderes reflejan que fueron capaces, en poco tiempo, de aprender nuevas habilidades de comunicación y relacionamiento, promoviendo el desarrollo de sus colaboradores incluso cuando los tiempos son difíciles, mostrando honestidad e integridad, siendo sensibles al comprender el estrés, la ansiedad y la frustración que han sentido las personas.
Nuevos modelos de información, más transparentes que ayuden a combatir los “Fake news”: la credibilidad y la transparencia serán la piedra angular de todas las empresas. La gente está cansada de tanta información y cada día son más valorados los canales de comunicación curados por expertos reconocidos. Seguiremos profundizando en ciclos de comunicación rápidos, a través de medios no tradicionales y reflejando Ciudadanos empoderados que ya son visibles en todos los planos, desde el plano vecinal-comunitario, pasando por el empresarial-corporativo y el interinstitucional que busca en muchos lugares los acuerdos necesarios para dibujar la ruta que permita transformar los riesgos en oportunidades de alto valor.
La reputación será el gran diferenciador en esta década: hoy las empresas y sus marcas valen por su credibilidad. Es muy fácil copiar o replicar casi todo, menos el prestigio.
Iniciamos una nueva década que nos presenta la gran oportunidad de alcanzar objetivos y metas que hace poco tiempo parecían imposibles. Un nuevo inicio con valores genuinos que sean la guía de las actuaciones garantizando coherencia y consistencia en el tiempo. ¡Marquemos, todos juntos, la ruta hacia el nuevo destino, impulsando el nuevo renacimiento!
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