Podemos mejorar en todo lo que hacemos, si estamos dispuestos a aprender de quienes han tenido logros extraordinarios o de quienes han sacado provecho de situaciones difíciles. Aquí? una lista de lecciones sobre estos personajes fuera de serie.
1. Supera el miedo
Momentos antes de que Ashley Caldwell aterrizara del salto que la convirtió en la campeona mundial de acrobacias de esquí de estilo libre en 2017, tenía miedo. Ninguna mujer en la historia había conseguido hacer “el Papi”. Esa pirueta implica dar tres volteretas hacia atrás con una rotación de 440 grados; una apuesta de todo o nada. Ashley temblaba dentro de sus botas de esquí, pero logró pasar dando volteretas a la historia.
Caldwell ha participado en tres olimpiadas y no es precisamente una novata, sin embargo, atribuye gran parte de su éxito a su habilidad aprendida para transformar el miedo en algo positivo. “El miedo es emocionante”, dice. “Significa que tengo una oportunidad de volverme más fuerte como atleta o como persona.”
Caldwell empieza por reconocer su miedo, algo que le recomienda hacer también a otros atletas —o en este caso, personas de negocios—. Si estás nervioso acerca de una presentación que se aproxima, prepárate de antemano imaginando cómo será que superarás el miedo. Piensa más allá de las palabras que dirás y el PowerPoint que usarás. En vez de eso, visualízate a ti mismo controlando tus emociones. Antes de una competencia, Caldwell se pregunta a sí misma: ¿Qué tan emocionada o nerviosa me sentiré? ¿Qué es lo que haré para calmarme?
Tu visualización puede incluir meditar o revisar tus notas momentos antes de la presentación. O te puedes robar la estrategia de Caldwell: para controlar sus reacciones fisiológicas se imagina a sí misma bailando con su miedo. A medida que se acerca el momento crucial, pasa de su visualización a una charla positiva consigo misma, repitiéndose una y otra vez: voy a tener éxito.
¿La lección? Finge la seguridad en ti mismo hasta que se vuelva real. Ahí es cuando todo se pone divertido, y ese es el objetivo final del éxito, dice Caldwell. “Si no me estoy divirtiendo, entonces va a ser un mal día, y me va a dejar a mí, a mi carrera y a mi estado mental peor de lo que nos encontró.”
2. Sé creativo
La marca de esmalte de uñas Essie es conocida por su colección de más de 1,000 tonos –cada uno ligeramente distinto del anterior– y los pícaros nombres que los acompañan. Para convertir un mar de similitudes en nombres como Jelly Apple, Be Cherry y Wrapped in Rubies, la directora general Carolyn Holba y su equipo encontraron una forma de capturar su propia creatividad.
Construye una historia de fondo. Cada colección está diseñada inspirada en un tema (los 90, el Año Nuevo en Nueva York) y es a partir de ahí que el equipo de Holba crea una historia completa y detallada. “Partiendo de esa historia, nos sentamos y nos ponemos a idear nombres”, dice, lo que resulta en nombres como Saved by the Belle y Ring in the Bling.
Diversifica tus perspectivas. El equipo de mercadotecnia incluye a personas en sus veintes, treintas y cuarentas, lo cual ofrece múltiples puntos de vista acerca de un mismo tema. “Todos experimentamos los 90 de una forma muy distinta, pero todos recordamos cosas que fueron extremadamente icónicas.”
Mantén un ambiente humano. Essie evita el uso de redactores publicitarios y de Google durante las lluvias de ideas. “Creo que esa es la razón por la cual el consumidor siente una conexión tan fuerte con nuestros nombres”, dice Holba. “Porque se trata realmente de nosotros; no de una máquina ni de un algoritmo.”
3. Administra a tu personal
“Cada lección que aprendí en el entrenamiento militar es aplicable a los negocios cotidianos. Un líder de equipo se encuentra en el fondo de una pirámide que está boca abajo. Sirves a mucha gente que está arriba de ti –clientes, personal, una junta de directores– y todo ese peso es la razón por la cual la carga de responsabilidad es tan pesada. Los líderes son responsables por lo que le sucede a sus equipos.
Si el equipo no consigue sus objetivos, es porque no recibió el entrenamiento adecuado o porque no le fue dada la suficiente claridad para resolver los problemas. Es tu culpa, no la de ellos. La gente no despierta y trata de cometer un error –debes de suponer una intención positiva–. La gente falla, pero los líderes de carácter se responsabilizan por sus propios errores, o por los cometidos por su equipo.
Puedo ayudar a solucionar errores, pero no puedo reparar un carácter defectuoso. El ejército enseña que la gente disciplinada es la que triunfa. Para tener éxito, todos deben de estar alineados con un propósito claro que es más grande que uno mismo. La misión final”, dice Cullen Barbato, antiguo oficial de artillería del ejército estadounidense y actual director de operaciones de la tienda on line de relojes Crown & Caliber.
4. Prepárate para lo peor
El Centro de control de tráfico aéreo de la terminal del aeropuerto de Nueva York realiza aproximadamente 6,000 operaciones por día. “No podemos mover una cantidad tan grande de tráfico aéreo sin procedimientos detallados, señala Toby Bucsescu, especialista en control de tráfico aéreo.
Hay una forma fácil de hacer las cosas, pero esa quizá no sea la mejor forma de prepararse para situaciones inesperadas. “Controlamos el tráfico como si fuéramos a tener un fallo eléctrico por completo”, comenta. Por ejemplo, supone que perderá su radar, y no podrá hablar con sus pilotos. Si dos aviones quieren cruzar caminos y uno va del sureste hacia el noroeste, y el otro del suroeste hacia el noreste, es difícil saber si van a estar en el mismo lugar al mismo tiempo o si van a pasarse el uno al otro a tres millas de distancia –que es la separación lateral requerida en el espacio aéreo. Así que mantienes la separación vertical mínima, que es de 1,000 pies, entre esos aviones en todo momento. Esto garantiza que, si tu pantalla se pone en blanco y tu señal de radio se corta, esos aviones nunca jamás chocarán entre ellos. “Lo llamamos control positivo. Siempre ten listo un seguro a prueba de fallas”, dice Bucsescu.
5. Recupérate de los tragos del almuerzo
Ya sea que estés celebrando el retiro de un colega o haciendo conexiones con un cliente potencial, el trabajo te espera de vuelta en la oficina. Kevin Denton, mixólogo estadounidense que trabaja para la empresa internacional de vinos y licores Pernord Ricard, ha sobrevivido en demasiadas ocasiones a estos almuerzos con piquete. Aquí te presentamos cómo mantener tu cabeza en su lugar.
Ordena defensivamente. Limítate a tragos largos –cocteles que tienen gran cantidad de algún mezclador y se sirven en vasos largos–. Denton sugiere un gin and tonic, un Tom Collins o un Presbyterian (whisky con ginger ale y agua mineralizada).
Camina para bajarte el efecto. No trates de recuperar la sobriedad con café. “Esto es como tomar Red Bull con vodka”, dice Denton. “Sigues medio borracho, pero ahora también te sientes más animado.” En vez de eso, da una caminata por el parque. Esto no quemará el alcohol dentro de ti, pero 15 minutos contigo mismo te darán la distancia necesaria, lejos del alboroto del almuerzo.
Concéntrate en tareas mundanas. Deja de lado las tareas complejas y los correos importantes. Mejor enfócate en el trabajo aburrido (pero necesario) que has estado descuidando, como un registro de los gastos.
Aprende a parar. Si piensas que estás muy borracho, vete a casa. Lo peor que podrías hacer es estar fuera de control en la oficina.
6. Aprende a lidiar con reseñas negativas
Cuando Gilbert Gottfried fracasa, fracasa en serio. “Si siento que ya perdí al público, trato de perderlos aún más”, dice el comediante de standup y estrella del documental Gilbert. “En esos momentos pienso: Qué más da. Ya los perdí. ¿Por qué no arriesgarlo todo?”. Después de casi cinco décadas en el escenario y en la pantalla, ha tenido su buena porción de abucheos; y ha encontrado la forma de aprender algo de ellos.
No te desmotives. “Solamente tienes que seguir adelante”, dice. “No sé cuántas veces me han abucheado, o se han quedado en silencio, o se han puesto a hablar entre ellos. Lo único que tienes que hacer, como dice la canción, es levantarte, desempolvarte, y empezar de nuevo.”
Busca verdad en las críticas. “Si eres el dueño de un restaurante y te encuentras con una persona a quien no le gusta tu comida, quizá simplemente se trate de un quejumbroso”, dice. “Pero si hay montones de personas a las que no les gusta tu comida, tal vez sea tiempo de cambiar la receta.”
No le eches la culpa a tu público. Gottfried ha notado un patrón entre los comediantes que nunca logran triunfar en grande: se bajan del escenario después de una sesión difícil e inmediatamente comienzan a hablar sobre “lo estúpido que es el público, y lo graciosos e intelectuales que son ellos, y cómo simplemente son más avanzados que el público”, comenta. “De este modo nunca tienen que cambiar lo que están haciendo. Nunca llegan a ese punto.”
7. Quédate despierto una noche entera
Cuando Len Forkas participa en la Carrera a Través de América –una carrera ciclista desde el Muelle de Santa Mónica hasta Annapolis, Maryland– recorre más de 260 millas al día en bicicleta y llega a dormir apenas tres horas por noche. “Supe que tenía que detenerme y dormir 15 minutos cuando vi flamencos traslúcidos corriendo delante de mí”, recuerda Forkas, quien es dueño de una compañía que construye y administra torres de telefonía celular. “Hay momentos en los que puedes alcanzar niveles muy profundos, pero tienes que respetar tus límites.” Cuando llega la hora de la verdad, aquí te presentamos cómo sobrevive esas largas noches.
No ingieras azúcares procesadas. Es como la cocaína. Puede que te de una sacudida, pero tienes que seguir haciéndolo para mantenerte despierto, y eso no es sostenible.
Toma descansos mentales. “Si me siento realmente exhausto, me detengo y me duermo en mi camioneta de apoyo durante cinco minutos, mientras escucho ruido blanco en mis audífonos. Es como una inyección de vitamina B.”
Bombea esa sangre. Si te sientes adormilado, haz 20 lagartijas de corrido a intervalos de un minuto. Esto elevará tu ritmo cardiaco.
Atrae energía positiva. “Todos van a estar privados de sueño, y si no tienes gente positiva en tu equipo que no sea egoísta y que crea en una misión, se van a quebrar. Y si se quiebran y son gente negativa, entonces tu equipo está condenado al fracaso.”
8. Aprovechar tu trayectoria profesional
Gary Brackett era buenísimo para el futbol americano en la preparatoria y estaba catalogado dentro del segundo equipo All-State. Pero las escuelas no claman precisamente la llegada de un linero de 1.78 m de altura que pesa 93 kg. Así que cuando Gary se fue a la universidad, lo hizo en circunstancias humildes: sin beca deportiva.
Logró entrar en el equipo de Rutgers, pero no le fue bien. “Estaba un poco en la penumbra”, recuerda. “No estaba hablando de entrar a la NFL, solo pensé déjenme obtener una beca para poder pagar mi colegiatura.”
Para conseguir este nuevo propósito, trabajó duro. Era el primero en llegar al cuarto de pesas y el último en irse. Estudió de forma compulsiva las grabaciones de los partidos. Con el tiempo, se ganó el respeto de sus compañeros. Se ofreció como voluntario para los equipos especiales, los trabajos que nadie más quería hacer. “La gente solía ir al baño cuando era la hora de los equipos especiales”, dice, riéndose. “No era sexy.” Pero a Brackett no le importaba. Tenía que tomar cada oportunidad que se le presentara. Aun así, pasaron dos años sin recibir una beca.
Recuerda estar a punto de empacar e irse a casa cuando un nuevo entrenador se unió al equipo y dijo que aquel que trabajara más duro sería el líder. Ese era Brackett. Obtuvo su beca en su tercer año, se volvió capitán y el jugador más valioso. Obtuvo un trabajo bastante bueno después de eso: linero estrella de los Potros de Indianápolis durante nueve años, seis como capitán. Incluso ganó un Supertazón. Brackett atribuye gran parte de su éxito a las lecciones aprendidas durante esos años trabajando en la oscuridad. “Sé realista acerca de tu potencial”, dice. “Ten la mentalidad de que vas a seguir partiendo leña. Cosas buenas sucederán.”
9. Cómo tener conversaciones difíciles
Caleb Wilde sabe bastante sobre conversaciones incómodas. Para este director de funeraria de sexta generación y autor del libro Confesiones de un director de funeraria: Cómo el negocio de la muerte me salvó la vida, de ellas depende su sustento. “Si te metes en estas cosas y no estás preparado, las cosas van a terminar mal”, dice. Pero las verdaderas claves del éxito reside en aquello que no haces.
No inundes la atmósfera con parloteo. Puede parecer como una forma de avanzar en la conversación, pero la gente necesita tiempo para procesar lo que están escuchando. “Tienes que sentirte cómodo en silencio”, dice Wilde. “La gente necesita tiempo para serenarse cuando enfrentan una situación altamente emocional.”
Sé sincero, evita los clichés. Decirle a alguien “¡lo superarás!” te da más consuelo a ti que a ellos. “Es una forma de hacernos sentir cómodos en una situación difícil, y nos evita la incómoda tarea de escuchar,” dice Wilde.
No vayas directo al punto. Transmitir información difícil no debe ser como arrancar un curita, así que prepara poco a poco a tu audiencia. Es importante darle a la gente señales de lo que viene, para ayudarles a sentir cierto control en un momento de caos.
10. Haz una venta
La titán de bienes raíces de Los Ángeles Tami Halton Pardee y la chica exploradora del estado de Oklahoma Blake Cavner comparten sus mejores consejos de ventas.
Empecemos con sus resultados. Tami, ¿cómo se ve un buen año en ventas de bienes raíces?
Tami Halton Pardee (HP): Este año haremos alrededor de 750 millones.
¡Guau! Blake, ¿cuántas bolsas de galletas vendes cada año?
Blake Cavner (BC): Por lo menos 1,600 o 1,700.
Ambas se apoyan en gran medida en la publicidad boca a boca.
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