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#RecluTips para volver con éxito al trabajo tras las vacaciones

Volver al trabajo después de haber estado de vacaciones puede desanimarte o afectar a tu buen humor. Incluso puede que te sientas algo deprimido o sufras el denominado síndrome postvacacional, con irritabilidad, apatía e insomnio. Pero hay una forma de evitarlo o, cuando menos, sobrellevarlo del mejor modo posible.


Para ello te ofrecemos esta decena de consejos para volver con éxito al trabajo tras las vacaciones. Son sencillos de seguir y dan mejores resultados de lo que puedas pensar. No dudes en ponerlos en práctica.


Volver al trabajo después de las vacaciones


Mantener una actitud positiva

El primero de nuestros consejos puede parecer baladí, pero no lo es. Debes mantener una actitud positiva. No sucumbas ante los pensamientos negativos por el hecho de volver a trabajar. Ya has pasado las vacaciones y toca regresar a la rutina. Hay personas que ni siquiera tienen un trabajo al que reincorporarse, así que relativiza tu malestar y piensa en positivo.


Tomar las cosas con calma

No empieces a trabajar de nuevo estresado porque quieres quitarte todo el trabajo de encima rápidamente y te agobia lo que te quedó pendiente y lo nuevo a afrontar. Piensa que necesitarás unos días de adaptación para volver a coger el ritmo y poder ser más productivo. Intenta tomarte las cosas con calma y ser también comprensivo con tus compañeros. Algunos de ellos estarán en tu misma situación.


Recuperar los hábitos diarios

Una de las formas más efectivas para recuperar el ritmo y no caer presa del desánimo es descansar y recuperar los hábitos diarios. Esas rutinas al levantarse, acostarse y comer a la misma hora contribuyen a que tu cuerpo se adecúe de nuevo a tu día a día, y puedas afrontar la jornada laboral mucho mejor.


No trasnochar

Entre los hábitos diarios que tienes que recuperar, cabe mención especial a la rutina de sueño. Acuéstate todos los días con tu rutina habitual, sin trasnochar, y procura dormir ocho horas diarias. En vacaciones tendemos a acostarnos más tarde, echar siestas en la playa o durante el día y trastocar todo nuestro ritmo vital. Para que te cueste menos volver al anterior, lo ideal es que comiences a adoptarlo unos días antes de volver al trabajo.


Organizar el primer día

Antes de entrar sin rumbo en el trabajo el primer día, piensa el día anterior en qué es lo que tendrás que hacer, si te quedó algo pendiente o qué será lo primero que deberás actualizar. Resulta útil ordenar todas esas tareas que ya sabes que tendrás que afrontar en una lista. Sentirás que te reincorporas organizado y sabiendo de qué tienes que ocupar y no tendrás la sensación de estar perdido ni desperdiciando el tiempo.


Planificar las tareas

Una vez que estés en el trabajo y tengas tu lista de temas y labores a realizar, toca planificar cómo vas a ocuparte de todo. Puedes hacerlo ayudándote de la agenda y estableciendo objetivos semanales. De nuevo, has de ser consciente de que los primeros días no vas a poder asumir la carga de trabajo habitual antes de las vacaciones. Tendrás que volver a coger el ritmo.


Evitar reuniones innecesarias

Si en tu mano está, evita las reuniones innecesarias. Solo conseguirás estresarte y sentirlas como una pérdida de tiempo. De igual manera, en el supuesto de que haya una reunión, toma nota de lo que se debe abordar en ella y prepárala para que resulte productiva y dure la menor cantidad de horas posible.


Marcar nuevos objetivos

No te agobies pensando en todo el tiempo que queda para volver a disfrutar de las vacaciones. Entre este día y esos, hay numerosos fines de semana y festivos. Estos resultan fabulosos para desconectar si los aprovechas bien. Un domingo es perfecto para organizar una excursión en un bosque o un espacio natural cercano. Marca nuevos objetivos y mantén el ánimo con ilusión en todo lo que está por llegar.

Aprovechar las horas libres

Volver al trabajo no significa que tengas que vivir por y para trabajar. El día tiene muchas horas y solo ha de organizarte bien para poder sacarles partido. Al acabar la jornada laboral y, en función de tu horario, aprovecha el tiempo libre que te quede. Puedes ver una serie, salir a pasear o quedar a tomar algo con una amiga. Lo que más te apetezca hacer.


Practicar deporte

Por último, reserva algo de tiempo para practicar deporte. El hecho de movernos no solo es beneficioso para nuestro cuerpo, sino también para nuestra mente. Estar activos y en forma contribuye a que nos sintamos con más energía, más animados y facilite desconectar de la rutina laboral.


Ya sea en el gimnasio o en casa, correr o caminar, andar en bici, jugar en algún equipo o apuntarse a cualquier deporte individual, no olvides que cualquiera de esas actividades te ayudará a combatir el estrés y a que te sientas mejor. Una forma perfecta para mantener a raya el síndrome postvacacional.

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