Insomnio, tristeza, crisis de ansiedad, inquietud… son algunas de las secuelas mentales que ha dejado el paso de la pandemia y las contantes restricciones de movilidad y reunión, sobre todo entre los jóvenes. Lo dice el estudio ‘Género, Vivencias y Percepciones sobre la Salud’, realizado por Fundación Mutua Madrileña y Fad, a través del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.
Tras el confinamiento domiciliario, en el mes de julio, se observó un aumento considerable de las sensaciones negativas, especialmente la incertidumbre (28,9 %, y 1,7 puntos más que en el mes de marzo), la ansiedad (22,6 %, y 10,5 puntos más) y el desánimo (19,5 %, 9,6 más).
La convivencia forzada y la imposibilidad de relacionarse de manera presencial redujo la satisfacción de los jóvenes con sus relaciones interpersonales, que, en una escala de 0 a 10, bajan 7 puntos entre 2019 y 2020.
Los jóvenes españoles siguen confiando en que la situación general con respecto a su economía, trabajo o vida mejorará en el futuro y 3 de cada 5 cree que en unos años su situación evolucionará a mejor. Un optimismo que además es mayor entre las mujeres y desciende en ambos sexos conforme aumenta la edad, alcanzando las cotas más bajas entre los 25 y 29 años.
No es fácil remediar con esta situación de incertidumbre y constantes cambios, pero gracias al buen ritmo de vacunación y a la relajación de las restricciones, ya empezamos a ver la luz al final del túnel. Para cuando llegue la normalidad plena, tenemos que estar recuperados mentalmente para hacer frente a los nuevos retos y dejar atrás la ansiedad que nos ha provocado la pandemia.
Hacer un 'break' informativo En esta situación es importante estar al tanto de las noticias, pero la gran cantidad de información que generamos cada día es difícil de procesar y puede causar una sensación de caos. Es por eso, que deberías tomarte un descanso informativo, no sólo de la televisión o los diarios, también de las redes sociales.
Volver a la rutina Poco a poco tienes que volver a tu rutina de antes de la pandemia, siempre dentro de las posibilidades que permiten las restricciones. Seguramente tienes muchas ganas de recuperar las cervezas de las tardes con amigos y familiares o volver a practicar aquellos hobbies que la pandemia obligó a suspender durante un tiempo.
Poner en práctica técnicas de relajación y hacer ejercicio No hay nada como el ejercicio físico para quitar la ansiedad. Es un momento de desconexión, en el que te olvidas de todo lo que te rodea y te centras en tu cuerpo. La relajación también puede ser una buena rutina dejar tu mente en blanco. En estos casos, te puede ser muy útil marcarte un horario para poner en práctica técnicas de relajación como respiros profundos, estiramientos o meditación
Buscar ayuda profesional Si la ansiedad persiste a lo largo del tiempo, el mejor consejo en estos casos es acudir a un profesional que te ayude a gestionar tus emociones y a controlar los momentos de estrés. También te ayudará a buscar el origen de la ansiedad.
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