Afortunadamente, las mujeres se abren camino cada vez más (hay una candidata a la presidencia de Estados Unidos). Sin embargo, las mujeres enfrentan desventajas claras. Históricamente, el emprendimiento ha sido un mundo dominado por los hombres, pero esto también está cambiando a pesar de los obstáculos que se enfrentan las dueñas de un negocio.
Es el momento de eliminar la barrera de género. Estos son algunos consejos que he recolectado durante mi carrera en el sector tecnológico.
1. Deja de disculparte Elimina “Perdona” y “Lo siento” de tu vocabulario. No necesitas excusarte cuando alguien choca contigo en a calle, cuando eres apasionada, haces una pregunta, crías a tus hijos o simplemente quieres decir “No”. Tu camino al éxito no es para caerle bien a los demás. No disminuyas tu poder; celebra tus contribuciones y opiniones.
2. Trae tu apetito Ten hambre de experiencias y aventura. La intuición femenina es algo real; síguela y te volverás la dueña de tu vida. Seguí mi instinto y éste me llevó a Europa, Medio Oriente y África. Regresé más o menos ilesa y llena de experiencias.
3. Cree en ti misma Fortifica tu autoconfianza. Cuando tu poder surge de tu interior, la simple fe en ti misma te impulsará a alcanzar tus sueños. Mis padres me lo enseñaron: no dejes que nada se interponga en el camino de tus deseos. Y en los días difíciles, mírate al espejo y date una “palmadita en la espalda”. No hay nada que una mujer no pueda hacer.
4. Usa la palabra prohibida ¿Cuándo el feminismo se convirtió en una grosería? Si luchas por los derechos de las mujeres, eres un feminista. Defiende lo que crees, por tus hermanas e hijas.
5. No te acomodes a los demás Pasé cinco años en Medio Oriente como consultora de una compañía de IT y me pedían que usara un hiyab. Amablemente me negué porque no era parte de mi ropa común. Los ejecutivos aceptaron mi decisión y ultimadamente me respetaron más por apegarme a mis valores. Todos van a pedirte cosas diferentes, por lo que es importante que te conozcas a ti misma y seas fiel a tus convicciones.
6. Ayuda a otras mujeres
“Hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no apoyan a otras mujeres”, decía la exsecretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright. Yo tuve suerte de tener grandes papeles a seguir en mi primer trabajo profesional. Un hombre y yo habíamos sido contratados para analizar datos y cuando mi jefa se dio cuenta de que yo ganaba menos, luchó para darme un pago equitativo. Su acto, aunque pequeño, fue un gran paso para todas las mujeres. Presta tu mano para ayudar a las demás.
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