Hoy te traemos algunas soluciones para que al menos consigas escaparte un fin de semana a tomar el sol. Deja de picar tanto código y léete estas líneas, que te prometemos que podrás rentabilizar el tiempo que les dediques.
1. Busca un buen editor de texto
Busca y selecciona tu editor de texto favorito, tu aliado de trabajo, con quien vas a estar trabajando «codo con código». No será tarea fácil elegir un editor: probarás varios; algunos te convencerán por unas cosas y otros por otras, pero no existe uno que sea 100% óptimo. Al final tendrás que elegir el que tenga mejores funciones para ti y con el que te sientas más cómodo.
Mi consejo es que si todavía no te has acostumbrado a ninguno, pruebes con SublimeText. Viene muy limpio de plugins y tú ya puedes personalizarlo e incluirle lo que te vaya haciendo falta, como el gestor de FTP, autocompletar códigos, cerrar etiquetas…
2. Automatiza
Como si no fuera poco el tiempo que invertimos con los clientes y tratando el diseño, mucho más es el tiempo que perdemos repitiendo una y otra vez la misma tarea al desarrollar. Por ello, es muy importante que intentes evitar perder el tiempo, para ello automatiza procesos que sean repetitivos. Si tienes que escribir muchas veces el mismo código, procura tener snippets o aprender a manejarte con Emmet para ser mucho más rápido picando código.
3. Organiza tu tiempo
Si estás trabajando en un proyecto en particular, intenta limitar el tiempo que le vas a invertir y procura conseguir tu objetivo. Como ocurre con todos los proyectos de diseño, en el desarrollo también se nos pueden ir de las manos y acabar invirtiendo más tiempo del necesario retocando pequeñas cosas. Limitarte el tiempo te convertirá en una persona más eficiente y productiva… Y dejarás de quedarte mirando las musarañas cuando te quedes atascado: cuando choques con una pared, muévete y avanza. Ya retomarás esa tarea en el futuro con las ideas más claras.
Tampoco te vuelvas loco con las horas intentando hacerlo todo del tirón: planifícate y organiza tus horas de trabajo con pequeñas jornadas. No intentes hacerlo todo de golpe porque te será imposible ser productivo.
Igualmente, no olvides hacer pequeños descansos durante tus horas de trabajo para aclarar tus ideas y «desempantallarte». A veces te costará, pero sofoca tus ansias de mirar el correo durante esos breaks. Eso sí, cuando retomes la tarea, evita todo tipo de distracciones: no Facebook, nanay Twitter, nada de correos… ¡Céntrate!
4.Organiza tus tareas
Tenemos una profesión en la que todo es para ayer. Si encima vivimos en el caos absoluto, vamos sacando tarea tras tarea y nos retrasamos en muchas otras sin saber cómo hemos llegado a esa situación.
Para evitar esta situación dramática, como buen desarrollador, tienes que organizar tu trabajo por orden de prioridad. Ya sea por el tamaño del proyecto o la fecha de entrega, debes organizarte tu tiempo en una agenda e ir cuadrándolo entre las múltiples tareas que tienes pendientes de hacer. Hacer esta previsión incrementará tu productividad y te evitará esas «palizas» para finalizar los encargos a última hora.
Concéntrate en tu próximo objetivo y termínalo… Y así sucesivamente, evitando simultanear muchas tareas.
5. Desarrollador, no seas antiguo
Aunque conozcas técnicas de toda la vida, si están en desuso, ¡no las apliques! El desarrollo web es algo muy evolutivo: utilizar códigos o sistemas anticuados, aunque tú los domines a las mil maravillas, resulta contraproducente porque los navegadores se van actualizando y dejarán de dar soporte a algo nuevo que acabes de crear.
El desarrollador tiene que estar al día de cómo se están haciendo las webs hoy en día, infórmate para que tus códigos no queden viejunos y ve aprendiendo técnicas nuevas.
6. Aprende de otros
El desarrollador web tiene una gran parte de conocimientos autodidactas. Tienes que pasar muchas horas leyendo en webs de calidad, por lo que estás obligado a aprender de todas partes. Copia de otras webs, investiga cómo están hechas y usa mucho-mucho-mucho el inspector de elementos del navegador.
7. Testea
Si estás trabajando como freelance, a veces es complicado tener una segunda opinión, pero siempre hay que buscar a alguien de confianza que chequee lo que haces. Que se comporte como una madre navegando en la web y pueda probar si lo que estás desarrollando es intuitivo.
Ahora que ya tendrás más claro cómo organizar tu trabajo, puedes ponerte manos a la obra con tu próximo proyecto. Seguro que siguiendo estos consejos te será más fácil afrontar tu tarea.
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