La siesta es una costumbre muy saludable que consiste en dormir un rato después de comer para recuperar energías para continuar el resto de la jornada. Están más que probados sus beneficios para la salud física y mental, ya que entre otras cosas ayuda a reducir la tensión arterial, nos facilita el aprendizaje, nos ayuda a concentrarnos y estimula la creatividad.
Para resumir, podemos decir que dormir bien durante la noche y hacer una siesta durante el día nos ayuda a fortalecer nuestro organismo mejorando nuestro estado físico y mental.
Sin embargo, todavía hay muchas personas que no disfrutan de este hábito. En concreto, seis de cada 10 españoles no duermen nunca la siesta. Solo un 16,2% de la población, según la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos y la Asociación Española de la Cama (Asocama), lleva a cabo esta práctica de forma habitual.
Tal y como explican desde la Fundación del Corazón, dormir una siesta contribuye a mejorar nuestro estado físico y mental en las horas posteriores, y estos beneficios se multiplican cuando convertimos la siesta en una rutina diaria.
Pero para que los beneficios de la siesta surjan su efecto, es importante tener en cuenta estos consejos para que el descanso sea realmente eficaz. Para ello, tenemos que tener tres aspectos en cuenta.
El lugar es importante
Para disfrutar de una siesta realmente reparadora, es importante elegir un buen lugar para dormir. Lo básico es que sea un lugar con una temperatura agradable, un ambiente tranquilo, con poco ruido y poca luz.
Se recomienda dormir en un sofá en lugar de hacerlo en la cama, para no caer en un sueño demasiado profundo. Además, el sofá también es una mejor opción para las personas con reflujo gástrico u otros problemas digestivos, cuyos síntomas aumentan en posición horizontal.
El mejor momento
Tradicionalmente la siesta se hace después de comer, lo que sería entre las 13 y las 17 horas. Existen investigaciones que demuestran que el periodo de mayor somnolencia está en esa franja horaria, ya que los ritmos circadianos sufren una caída precisamente entre las tres y las cinco de la tarde. Por todo esto, dormir después de comer es la mejor opción.
Cuánto rato dormir
La clave de la siesta es que no sea excesivamente larga. Los expertos recomiendan que no dure más de 30 minutos para evitar perturbar la hora del sueño nocturno.
Si necesitamos dormir más, cuando nuestro sueño nocturno es normal, eso podría revelar la existencia de algún trastorno del sueño, depresión o alguna otra enfermedad.
Comments