Su deseo es formar un equipo complementario que sea mayor que la suma de sus partes. Uno que esté preparado para el futuro, y que trabaje en conjunto para generar nuevas oportunidades. Pero crear y dirigir un equipo en un entorno global complejo no es fácil. Se espera que seamos superhéroes, pero no lo somos.
Nuestro mundo multifacético ha generado problemas multiconceptuales para los líderes, desde la contratación del personal para el mañana y la lucha contra el aislamiento, hasta la comunicación y la colaboración en un equipo heterogéneo. Sin embargo, hay algunas cosas simples que podemos hacer para ayudar a superar esos problemas y hacer una gran diferencia en nuestros equipos.
1. Abrir tantas puertas como sea posible
Muchos de nosotros escondemos la cabeza bajo la tierra cuando se trata de la planificación de sucesores, ya sea para nosotros mismos o para los miembros clave de nuestros equipos. La contratación para mañana significa asegurarse de que tengamos las habilidades, el talento y las actitudes en el equipo a largo plazo. Para ello, debemos mirar fuera de nuestras redes actuales y evitar los prejuicios inconscientes para encontrar los diversos talentos que tengan la tenacidad y la pasión de ayudar a nuestras organizaciones a crecer en el futuro.
Las redes sociales pueden ampliar su ecosistema personal para ayudar a desarrollar de manera temprana el talento profesional, que de otra manera no habría descubierto. El uso de herramientas como LinkedIn, Twitter o incluso Instagram puede dar participación a otros y ayudarlo a promover empleos, crear su marca, buscar candidatos y establecer relaciones. El desarrollo y la oportunidad se trata de abrir puertas; cuantas más pueda abrir, mejor.
2. Facilitar el diálogo multiparticipativo
Para los líderes, la gestión del diálogo entre múltiples partes interesadas es cada vez más importante, ya sea dentro de su equipo, la organización, con proveedores, clientes, agencias reguladoras o accionistas. En un entorno empresarial mundial, esas partes interesadas se encuentran en lugares muy dispares y sus orígenes son muy diversos. Es necesario que los líderes de hoy generen y fomenten conductas de colaboración para superar este desafío. Esto comienza con un entorno transparente y confiable, donde es posible escuchar todas las voces.
Por ejemplo, mi propio equipo de liderazgo abarca varios continentes, idiomas, orígenes y culturas. No es económicamente sensato reunirlos a todos en un solo lugar de forma regular; por lo tanto, generalmente me comunico mediante soluciones de video. Esto significa sesiones de colaboración presenciales seguras, de alta calidad y en tiempo real, no solo de audio. Hablamos un inglés sencillo, no un lenguaje corporativo. Para ayudar a conciliar el trabajo y la vida privada, ejecuto las llamadas de mi equipo dos veces, o al menos alterno el horario de las llamadas para los miembros del equipo en los Estados Unidos y Asia. Considero que la capacidad para gestionar zonas horarias es parte de ser un equipo respetuoso, ya que dormir bien o pasar un buen momento con la familia significa que mi equipo está renovado y con mucha energía.
3. Aceptar el lado positivo de las herramientas de colaboración
En ocasiones, las herramientas de colaboración se pueden ver como algo negativo, que impulsa nuestra cultura siempre activa. Un sondeo reciente de directores de informática globales descubrió que estos tienen entre cuatro y diez herramientas de colaboración en sus teléfonos inteligentes, lo que puede llevarnos a una “sobrecarga de colaboración”. Sin embargo, usadas de la manera correcta, las herramientas de colaboración pueden ser una fuerza para el bien.
Las considero particularmente útiles al dirigir equipos con base en el hogar o en ubicaciones remotas, que a menudo carecen del sentido comunitario y el apoyo que puede ofrecer una oficina. El video, la mensajería instantánea y otras funciones basadas en el consumidor, como los emoticonos, pueden ayudar a cerrar las brechas y evitar el aislamiento dentro del equipo.
Las herramientas de colaboración también pueden ayudar a los padres o cuidadores a manejar con destreza las demandas de la escuela y el día deportivo sin tener que abandonar la carrera profesional, si lo desean. En las culturas con diferencias de género, las herramientas de colaboración pueden ayudar a las personas a trabajar juntas de forma respetuosa en un plano de igualdad.
4. Reconocer la diferencia entre culturas
Durante mi carrera, he tenido la suerte de trabajar en lugares tan diversos como el Reino Unido, Rusia, Canadá y Medio Oriente, y he dirigido equipos en todo el mundo. Este concepto de la gestión de equipos virtuales se ha convertido en parte integral de la manera en que trabajamos en la actualidad, lo que significa que nuestros estilos de liderazgo han cambiado a un enfoque cooperativo más inclusivo y orientado a la confianza. La capacitación y la asesoría se han convertido en elementos clave para ayudar a los individuos y a los equipos a tener un alto desempeño.
Pero no todos responden bien a este cambio. Las personas introvertidas prefieren herramientas de colaboración diferentes a las extrovertidas. Algunas culturas prefieren un modelo de mando y control, otras prosperan en entornos de reflexión colectiva. Los líderes identifican las diferencias en el estilo de comunicación, pero siempre dejan a sus audiencias con un mensaje claro y algo para poner en práctica. En una época en que solo el 32 % de los trabajadores estadounidenses y el 13 % de los empleados de todo el mundo que trabajan para una empresa se sienten comprometidos, los líderes que se comunican de manera eficaz tienen cuatro a cinco veces más probabilidades de presentar altos niveles de compromiso por parte de los empleados.
Un equipo más grande que la suma de sus partes
Los líderes ya no son superhéroes. Los grandes líderes ponen en primer lugar a las personas. Preparan a las personas con las aptitudes adecuadas necesarias para tener éxito. Los grandes líderes buscan las mejores soluciones y forjan su futuro, no reaccionan ante él. Y son lo suficientemente valientes como para abandonar una práctica que los ha llevado al éxito en el pasado, pero no los hará exitosos en el futuro.
Nunca es el momento equivocado para formar el equipo correcto. Como líderes, es nuestra responsabilidad formar el mejor equipo. Depende de nosotros atraer a los mejores profesionales para crear un equipo que sea más grande que la suma de sus partes.
Creo que los grandes líderes son aquellos que se preparan no para la cómoda previsibilidad del pasado, sino para las realidades de hoy y las fabulosas posibilidades del futuro. Arman alrededor de ellos grandes equipos, que son heterogéneos, innovadores y audaces, para ayudarlos a tener éxito todos los días.
Comments