Dedicar parte de la rutina diaria al trabajo contribuye a mejorar la salud mental, aunque también puede ser el factor gatillo de estrés que desencadene problemas de salud mental importantes: expertos proponen una serie de consejos para empleados y empresas para que el trabajo sea un escudo psicológico protector y no un factor psicológico daniño.
El 24 de febrero de cada año se celebra el Día de la Piscología, celebración de los psicólogos en honor a su patrón, Juan Huarte, médico y filósofo del Renacimiento y autor de la que se considera la obra clave del nacimiento de la psicología en España, Examen de ingenios para las ciencias.
La obra de Juan Huarte de San Juan (Navarra, 1529-1588) fue censurada y prohibida por la Inquisición al ofrecer una visión alternativa del alma, según explica el Colegio de Psicólogos de Madrid. Cinco siglos después, la vertiente psicológica de cada acto de nuestras vidas se ha convertido en algo impresdindible en las sociedades occidentales, en las que los problemas de salud mental ha comenzado a definirse como epidemia, especialmente desde los tiempos del Covid.
Y la cultura del trabajo ha cambiado drásticamente especialmente durante la última década en España debido a diversos factores como la sobrecarga laboral, la necesidad de conciliación, el teletrabajo o la creciente preocupación por la salud mental. Este último factor supone un gran problema que está cada día más presente en todo tipo de entornos laborales.
Participar en el mercado laboral, escudo protector para la salud mental
Coincidiendo con esta conmemoración, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha dedicado el número 38 de Panorama Social a uno de los aspectos psicológicos más trascendentes de la sociedad: la estabilidad emocional en entorno laboral y la influencia del mercado laboral en la salud mental.
El trabajo de Funcas concluye que, según varias investigaciones, dedicar tiempo al trabajo contribuye a mantener una mente sana. De hecho, la tasa de trastornos del estado de ánimo de las personas que trabajan (5,7%) es la mitad que la de quienes están desempleadas (11,5%) o inactivas (11,8%).
"La participación en el mercado laboral protege la salud mental, ya más allá de los beneficios económicos, promueve la inclusión social, proporcionando estatus, identidad y facilitando las relaciones personales", apunta Funcas, que pone el foco en trastornos como la depresión y el aumento del consumo de psicofármacos.
La investigación de Aroa Tejero y Sigita Doclyte analiza la relación entre trastornos mentales, pobreza y participación laboral en España. A la luz de los datos procedentes de varias encuestas nacionales, destacan el papel del empleo como protector de la salud mental, "incluso para aquellos en posiciones bajas de la distribución de la renta".
"Estos resultados ponen en cuestión el argumento según el cual la desventaja económica se asocia inequívocamente con una peor salud mental", apuntan en un comunidado.
Los datos sugieren que las condiciones de trabajo influyen en la salud mental: los asalariados con contrato indefinido destacan por su menor tasa de trastornos mentales (12%). Les siguen aquellos que cuentan con contratos temporales (entre 14% y 15%, dependiendo de la duración de estos) así como los que declaran un trabajo atípico (17%). También entre quienes trabajan a tiempo parcial la tasa alcanza valores comparativamente altos (16%).
Raúl Payá y David Luque también relacionan en su trabajo la participación en el mercado laboral y la salud mental. De acuerdo con su análisis, en España," los trabajadores que afrontan en mayor medida una elevada intensidad laboral y carecen de capacidad de decisión sobre los procesos de producción tienen una mayor probabilidad de sufrir patologías psicosomáticas tales como estrés, ansiedad, cansancio y problemas de sueño".
En cambio, "las organizaciones que descentralizan la toma de decisiones y permiten a los trabajadores participar activamente en la elección de los métodos de trabajo, en la distribución de las tareas de su ocupación y en el devenir de la organización crean un entorno más favorable para la prolongación de la vida laboral. Esta cuestión adquiere particular importancia en un contexto de envejecimiento de la población y reducción de la población activa", apuntan.
No obstante, según la Guía del Mercado Laboral de Hays, el 45% de los trabajadores sufren el llamado síndrome burnout, definido como un gran agotamiento mental acumulado por alto estrés en el trabajo.
La salud mental ha alcanzado durante los últimos años una gran importancia en los entornos laborales en nuestro país. En consecuencia, según un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el empleo es uno de los factores que más pueden afectar a los ciudadanos en este ámbito, y casi la mitad de los trabajadores en España considera estar expuesto a algún factor adverso para su bienestar mental.
En cuanto a los factores causantes de estos efectos adversos para la salud mental, el INSST ha manifestado que los plazos de tiempo a la hora de cumplir objetivos o la sobrecarga de trabajo son los más sufridos por los trabajadores españoles, ya que el 32% de ellos conviven con ellos. En segundo lugar, destaca el trato complicado con clientes, pacientes o alumnos (16%), seguido de la inseguridad laboral (11%) y la mala comunicación o cooperación dentro de la empresa (8%).
¿Cómo puede combatir un empleado el estrés laboral? Rutinas y costumbres positivas
El estrés crónico puede afectar negativamente a las relaciones personales y el rendimiento laboral. "Las razones por la que estas afecciones han crecido tanto en los últimos años son principalmente la tecnología y la globalización, ya que han acelerado un cambio constante en la sociedad, con la consecuente incertidumbre.
"Puede tener consecuencias severas tanto en la salud física como mental de una persona. A nivel físico puede producir problemas como enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, insomnio e incluso una disminución del sistema inmunológico. Mentalmente, esta enfermedad conlleva trastornos como depresión, ansiedad, disminución de la capacidad de concentración y problemas de memoria", señala Miguel Navarro, doctor en Ingeniería de Caminos y experto en productividad y hábitos.
Sin embargo, "podemos transformar estas condiciones adversas con varias claves para ser más productivos en el trabajo y afrontar las consecuencias negativas del estrés laboral", según propone. "Las rutinas, la organización y el ejercicio no forman parte exclusivamente de la cura para el estrés laboral, sino que pueden mejorar nuestras relaciones personales y, lo más importante, con nosotros mismos", apunta.
Ejecutar algunos cambios ayuda a organizar la jornada y la mente, lo que impacta positivamente en la salud mental. "Llegar a estar sobrepasados por una gran cantidad de trabajo sin un orden y motivación puede conducir al burnout, por eso es tan importante organizar cada apartado de la vida, no sólo a nivel laboral, sino que también es importante aplicar estos consejos a nuestra vida personal", apunta.
"Las rutinas, la organización y el ejercicio no forman parte exclusivamente de la cura para el estrés laboral, sino que pueden, además, mejorar nuestras relaciones con las personas más queridas y, lo más importante, con nosotros mismos".
Con esta tesis, Navarropropone una serie de consejos para sobrellevar el estrés laboral y transformarlo en algo positivo:
Implementar rutinas laborales y espacios que potencien el enfoque y rendimiento. "Al implementar una rutina de trabajo, es imprescindible contar con un espacio de trabajo impecable, añadiendo elementos que promuevan la tranquilidad y eliminando aquellos que no. Este lugar será en el que pasaremos gran parte del día, así que la atención al detalle para que esté a nuestro gusto es fundamental".
Minimizar las distracciones. "Los lunes pueden llegar a ser agotadores y desmotivadores, porque el descanso se percibe lejano. Esto hace favorable las distracciones con el teléfono, YouTube, o conversaciones con amigos, lo que impide un rendimiento óptimo. Si programamos las pausas entre actividad y actividad, será mucho más fácil concentrar los esfuerzos de trabajo en momentos específicos y aumentar la eficiencia durante esos intervalos. Trabajar sin descansos, especialmente después de unas vacaciones o fin de semana, puede ser contraproducente y generar mucha frustración, que terminaremos arrastrando a lo largo de la semana. Sin embargo, incorporar breves momentos de relajación ayuda a resolver este problema".
Promover una mentalidad de crecimiento y autodisciplina. "La autodisciplina no se consigue de la noche a la mañana, requiere un esfuerzo continuo y existen diferentes formas de estimular la mente para aprender a trabajarla, aunque todo se reduce a compromiso personal. El pensamiento positivo puede ayudar a la motivación y la responsabilidad individual, se puede conseguir haciendo ejercicio regularmente, estableciendo rutinas matinales, o definiendo objetivos a corto plazo que sean asequibles".
Dedicar algo de tiempo a cuidar de la salud física y mental. "La balanza entre el trabajo y el ejercicio físico es clave para mantener la productividad y la claridad mental. Invertir energía y pasión en el trabajo es vital para el éxito profesional, pero sin un balance saludable, puede llegar a resultar perjudicial. El ejercicio ayuda a la neurogénesis, lo cual mejora la claridad mental y la capacidad de resolver problemas. Lo mejor para empezar es hacerlo escalado, comenzar con dos sesiones semanales e incrementar la frecuencia con el tiempo y la resistencia".
Planificar con antelación. "Establecer unos hábitos laborales requiere ser consciente de las metas que se quieren alcanzar, y para ello es necesario planificar la jornada con antelación. Los domingos, o la última media hora de cada día laboral, pueden ser buenas horas para dedicarlas a la planificación. Es importante saber qué tareas tenemos pendientes, la importancia de las mismas y preparar el terreno para lo que pueda pasar al día siguiente o incluso durante la semana. Esto permite llevar al día las tareas más concretas y ajustarnos basados en los imprevistos del día".
¿Cómo puede combatir la empresa el estrés laboral?
Los problemas en el entorno de trabajo no solo conllevan consecuencias negativas para los empleados, sino también para las empresas, ya que, al no contar con un ambiente de trabajo saludable, aumentará notablemente el índice de rotación de su plantilla, un hecho que perjudicará a sus aspiraciones de crecimiento.
Para evitarlos, Facundo Gauto, consultor especialista del partner de soluciones integrales de recursos humanos S&you y especialista en psicología positiva, ha elaborado una serie de consejos para promover una adecuada salud mental de los trabajadores, aumentarán su productividad y evitaen la excesiva rotación en su plantilla.
Crear un ambiente de respeto y empatía: "Tanto entre distintos niveles jerárquicos como entre trabajadores del mismo rango. Para lograr el óptimo desarrollo de una empresa, resulta imprescindible que el ambiente laboral esté marcado por la tolerancia y la empatía. En algunas ocasiones, los trabajadores sufren una serie de circunstancias personales que deben ser comprendidas y es necesario que se sientan respaldados por el resto de los compañeros y superiores. Además, cuando generamos un espacio de respeto y empatía, fomentamos el llamado "sentido de seguridad y pertenencia", tan importante para la motivación del día a día de los empleados. Una de las opciones más eficaces en este sentido es la realización de actividades de teambuilding, en las que debe participar todo el equipo, incluyendo también los coordinadores o responsables, logrando así mejorar notablemente las relaciones interpersonales entre los trabajadores".
Mantener el espacio de trabajo en buenas condiciones: "Los empleados pasan una gran parte del día en su puesto de trabajo, por lo que resulta fundamental que este reúna las condiciones óptimas para que se sientan cómodos en él. Mantener una buena limpieza, una correcta temperatura, sillas cómodas o espacios comunes para poder realizar descanso mejorará su bienestar y, por tanto, su productividad y nivel de satisfacción. También podemos agregar espacios verdes. Una buena dinámica puede ser el hecho de adornar la oficina con plantas o elementos que recuerden a la naturaleza y hagan a la persona percibir la oficina como un espacio natural".
Involucrar a los empleados en la toma de decisiones: "Tener en cuenta los puntos de vista y aportaciones de los trabajadores puede ayudar en gran medida a hacerles sentir parte de la empresa y a aumentar su compromiso, además de obtener nuevas ideas útiles a la hora de hacer frente a los desafíos de la compañía. Podemos sugerir sesiones de "coaching" con los líderes donde el responsable conversa con el trabajador con el objetivo de indagar en su perspectiva con respecto al trabajo, detectar dificultades o causantes de estrés en su día a día y proponer mejoras para su bienestar".
Promover programas de relajación o activación pasiva del cuerpo. "Soluciones como el mindfulness, yoga, pausas activas o la relajación progresiva de Jacobson permiten que los trabajadores reduzcan la ansiedad y el estrés, lo que se traduce en una mejora en la toma de decisiones, de la atención, de la concentración y del clima laboral en la empresa".
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