El 90% de los líderes empresariales están formulando acciones para mejorar el bienestar de sus equipos. El estrés continuado en el trabajo tiene impacto negativas en la salud física y mental de los empleados, lo que puede conducir al síndrome del burnout.
El estrés, entendido tradicionalmente como la respuesta no específica del organismo a toda demanda que se le haga, habitualmente tiene connotaciones negativas, ya que suele estar acompañado de dolores de cabeza, tensiones musculares, aumento de la presión arterial, y otros síntomas. No obstante, también tiene un efecto protector, ya que genera unos síntomas que conforman una respuesta biológica de nuestro cuerpo a los llamados estresores. Esta circunstancia lleva a algunas personas a ser más creativas y a responder a desafíos que antes parecían imposibles. Según una encuesta de APA (American Psychological Association), el principal estresor que aqueja a la población es la incertidumbre sobre el futuro. Es decir, la guerra de Ucrania, la posible recesión, la inestabilidad de los mercados, la inflación, la crisis de la cadena de suministros, el elevado coste de vida, etc., manteniendo a la población en un estrés constante. Este hecho tiene un impacto en el rendimiento y la salud mental de los trabajadores. Si a esto les sumamos una sobrecarga de trabajo nos encontramos con fenómenos tales como el síndrome del burnout. Este se manifiesta en un estado de agotamiento físico, mental y emocional, que se prolonga en el tiempo y que puede alterar la personalidad y la autoestima del trabajador, llevando algunas veces hacia una depresión silenciosa, poco visible para los demás. Según un estudio de Deloitte, el 90% de los líderes empresariales están formulando acciones para mejorar el bienestar de sus equipos, dirigidas a ser más conscientes de los temas que impactan en la salud laboral y a diseñar estrategias personales para aprender y trabajar en torno a estos temas. Por este motivo, la consultora BTS, especializada en el desarrollo de líderes y la transformación de la fuerza de ventas de las compañías, ha elaborado un listado con cuatro consejos para gestionar el estrés continuado en los equipos de trabajo.
Implantación de disciplinas y medidas que reduzcan el estrés laboral. Es conveniente que los líderes empresariales apuesten por actividades como el mindfulness o el yoga, técnicas de meditación o relajación, suscripciones a apps de wellness pagadas por la empresa y cursos varios de self-care o del manejo del estrés. Asimismo, también pueden ayudar a los trabajadores con la implantación de horarios flexibles, trabajo híbrido en modalidad 3+2, reuniones periódicas con el equipo para abordar temas diferentes al trabajo, espacios de trabajo modulares con diversas comodidades como snacks y bebidas saludables o la adecuación de espacios lúdicos en las instalaciones.
Apostar por una cultura de consistencia y seguimiento. El punto anterior no tiene sentido si no viene acompañado de un seguimiento que permita monitorizar si los cursos, programas y espacios de conversación creados tienen utilidad y contribuyen a la reducción del estrés.
Crear una estrategia a largo plazo que implique a los trabajadores. Para conseguir cambios en la organización es fundamental involucrar a los empleados para que puedan opinar o dar ideas nuevas, ya que son ellos quienes mejor saben qué les ayudaría a reducir sus niveles de estrés. De este modo, el líder debe mantener conversaciones con los miembros del equipo, uno a uno, que le permitan conocer y entender las situaciones por las que cada individuo está pasando a nivel laboral y personal y cómo están impactando en su trabajo y en su vida personal.
Aplicar la Inteligencia Artificial. Existen varias aplicaciones como los chatbots de salud mental Moodkit, Woebot y Wysa, que ofrecen conocimientos cognitivos y cambios de comportamiento basados en técnicas cognitivo-conductuales. Woebot, por ejemplo, utiliza procesamiento de lenguaje natural y análisis de sentimientos para interpretar la información que el usuario va registrando en sus interacciones. Emplea técnicas CBT (por sus siglas en inglés Cognitive Behavioral Therapy) para ayudar al trabajador a conocerse a sí mismo y a controlar su estado de ánimo. Tiene hasta 10 tópicos de conversación más herramientas varias que van apareciendo en la medida que se van necesitando. Todo esto sin la intervención de ningún ser humano.
“La tecnología ya está en nuestra puerta y nos puede ayudar a reducir los niveles de estrés en la organización. Aun así, nuestro deber como líderes, es continuar atentos a las señales que nos indican la posibilidad de situaciones de estrés y atenderlas según la persona y su situación particular”, afirma Carlos Ricaurte, Senior Director de BTS.
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