Los empresarios y ejecutivos con burnout experimentan falta de energía, mayor distanciamiento mental o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con su función, pero lo pueden reducir.
El burnout, al que se atribuye hasta la mitad de la rotación de personal es perjudicial tanto para las empresas como para la salud de las personas.
5 consejos para reducir el burnout
1. No microgestiones
Aunque la microgestión puede ser necesaria en situaciones a corto plazo, como la incorporación de nuevos miembros al equipo, el aumento de la productividad de empleados con bajo rendimiento y el control de problemas de alto riesgo, a largo plazo puede ser perjudicial para ti y tu equipo.
La microgestión aumenta el riesgo de burnout tanto en los empleados como en los directivos que la practican. Es más probable que ambas partes trabajen demasiadas horas, tengan dificultades para pasar del modo trabajo al modo hogar y experimenten altos niveles de estrés y ansiedad.
Carlene MacMillan, psiquiatra por la Universidad de Harvard y CEO de Brooklyn Minds tiene estas recomendaciones para evitar la microgestión:
Desarrolla una estrategia para tu equipo.
Contrata a personas con las aptitudes adecuadas para el trabajo y confía en ellas.
Desarrolla líneas de comunicación sólidas entre directivos y miembros del equipo.
Espera a que se produzcan errores y considéralos una experiencia de aprendizaje.
Los miembros del equipo a los que se da margen para la autodirección suelen estar más motivados para ser más productivos. Además, experimentarás tasas menores de rotación.
2. Busca apoyo fuera de la oficina
Se ha demostrado que los grupos de apoyo entre compañeros tienen efectos positivos sobre la salud, ayudan a reducir el burnout y los cambios percibidos en las condiciones de trabajo. Más de la mitad de los ejecutivos, CEOs y empresarios afirman que no reciben ningún tipo de asesoría o consejo sobre liderazgo.
Los líderes más fuertes en los que confían las empresas suelen valerse por sí mismos. Y puede resultarles difícil buscar consejo porque el número de compañeros internos es limitado o temen consecuencias no deseadas.
El apoyo de los compañeros fuera de la oficina puede llenar este vacío. Relacionarse con empresarios y ejecutivos fuera del trabajo proporciona un espacio para la reflexión y la estrategia compartidas.
3. Practica el autocuidado y céntrate en tu salud
Cuando el estrés crónico relacionado con el trabajo conduce al burnout, centrarse en la salud y el bienestar es una clave importante para cambiar la situación. Esto se aplica tanto a nivel individual como organizacional.
Dado que el cambio institucional se produce lentamente, empieza por ti mismo. Dar prioridad al descanso, desarrollar hábitos alimenticios saludables, hacer ejercicio con regularidad y practicar técnicas de relajación y atención plena son algunas maneras de reducir el estrés y recuperar la energía.
4. Sigue aprendiendo fuera del trabajo
Aprender cosas nuevas fuera de la oficina empuja a tu cerebro a establecer nuevas conexiones. Un pensamiento creativo más agudo puede ser el resultado de ser bilingüe, cocinar una nueva comida o aprender a tocar un instrumento musical.
A medida que continúes aprendiendo fuera del trabajo, tu cerebro estará mejor equipado para superar los obstáculos que surjan en el trabajo. Pensar de manera creativa y encontrar soluciones innovadoras te ayudará a evitar la sensación de monotonía, que a largo plazo conduce al burnout.
5. Burn-in, no out
Aprende a reconocer y perfeccionar tu pasión contribuye a mejorar la salud mental y te situará en una posición de éxito a largo plazo. Un estudio reciente sobre el burnout y el agotamiento emocional llegó a la conclusión de que la pasión armoniosa —elegir actividades que realmente te gustan— ayuda a protegerse del burnout.
Las personas con este tipo de actividades acuden al trabajo renovadas y dispuestas a abordar nuevos problemas. Para mantener la motivación, debes perseguir ideas significativas que te apasionen de verdad.
Ignorar estos cinco consejos te llevarán al burnout. A fin de cuentas, tener hábitos saludables y una cultura organizacional construida en torno a un trabajo significativo y gratificante son la mejor manera de prevenir el burnout.
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